Mío es el cielo, azul como tus ojos.
Mías son las aves, elegantes, libres
como tu corazón que habla y vuela
por los valles y montañas de mi alma.
Mío es el mar y el río, gotas de sudor
y lágrimas en la inmensa distancia
que me he dejado al seguir mi camino.
Cada día más cerca de mi tesoro.
Lleva alerta la gaviota, ¡cuidado!
Y también atención con la paloma,
¡Vivan estornino, mirlo, gorrión!
¡Viva el Sol, cielo azul! ¡Viva el poeta!
Cada vez más cerca: ¡la libertad!
Casi olvido lo que es la intimidad.
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