martes, 5 de noviembre de 2013

El sueño

El barco errante del sueño
lo tripulan las tinieblas,
reflejando como un espejo
mi historia en las estrellas.

El sendero de mis noches
no me deja descansar.
Me lo dicen mis dioses:
“no dejes de soñar”.

Ya se ve la luz al final del sendero.
Son esos dos ojos todo lo que yo quiero.

Se acerca el final y con él el sol,
beberé del manantial de mi ilusión.

Cuento, despacito, cada día
el paso de las horas,
los rayos que iluminan,
las noches que me destrozan.

¿Harán eco en el tiempo
mis ganas de volar?
¿Vendrán de allí los sueños
que anuncian el final?

Y es que mi dormir
es parte del sufrir.
¿No oyes mi latir
y mis ganas de vivir?

No hay comentarios:

Publicar un comentario