martes, 11 de marzo de 2014

Necesito

¿Qué fue de aquel azul luminoso
que me arrancaba de la cruel monotonía?
¿Quién?¿Qué ser tan poderoso
me trasladaba aquella melodía?

Sollozo, sollozo áspera y nitidamente
toda mi agonía.
Sollozo, sollozo en los campos mi lágrima inconsciente
de triste melancolía.

Con toda la monotonía
con la que me intentan cazar
doy pasos en la luz temprana y fría
que me impide olvidar

tus ojos, tu voz, tu estilo de luna poderosa
y tu cuerpo hecho para soñar.
No hay más gozo que verte victoriosa
y preparada para luchar.

Entre dulce y amargamente
voy olvidando a las demás mujeres,
no lo puedo evitar, es un impulso,
es mi amor salvaje que no muere.

Si me pudiese esconder,
para hablarte y poder verte,
haría un manto fino de mi piel
y un lacito de mi suerte.

No hay olvido al que me abrace
sino un sol que se muestra inclemente,
siempre le pido y siempre nace
para ti entre toda la gente.

Necesito algo más que una imagen
en pago de mi verso.
Necesito verte, tenerte delante
y que nutras mi universo.

Es cierto, me gusta que me regales
tus ojos,
también es cierto que perderían lustro mis cabales
y me volvería loco

sin esa cara que me sirve de sol
que lleva unidas dos estrellas,
pero me hace falta el calor
del sexo salvaje entre tus piernas.

Vives, no solo en tu cuerpo,
también vives en mí.
Vives en mis sueños cuando duermo
y también yo vivo en ti.

Estás viva en el ancho espacio de mi corazón
y en el doloroso camino de mi pensamiento.
Eres mi vida, eres mi única razón.
Eres mi dolor y mi sufrimiento.

¿Cuánta sangre quieres que me deje
para atreverte, para liberarte,
para sentirme como yo te siento?

Por ti el aire teje,
no solo los sueños que me sirven de estandarte,
sino las lágrimas del viento.

¿Qué más puedo darte
sino mi vida y mi desmayo?
Doy todo lo que de mi parte
da mi suerte y mi caballo.

Si fuera garza o golondrina
cantaría en tu ventana,
pero solo soy un poeta
que busca hacer vibrar tu campana.

Buscaría en los recovecos más oscuros
el rumor de tu viento,
pero no soy más que poeta de aires puros
y del mar en que te siento.


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