En el suave
latir de los segundos
cuento cada
minuto, cada hora
para con mi
voz regar el mundo
de la llama
fácil de la aurora.
El aire es
suave, el viento es lento,
pero mientras
la estación en el pecho se me clave
tendré este
ritmo que me sirve de sustento
y mi corazón
surcando el cielo será el ave.
Todos los
días siento, presiento y escucho.
La intuición
es el más dulce invento
del triste
ser humano, lo cual no es mucho
si no se
pelea hasta el último aliento.
Todo el agua
de este mar
furiosa,
desbocada, terrible,
no me permite
olvidar
la
gravitación de lo imposible.
Entre tú y
yo, sabemos
que la
estación sigue del cambio la vereda,
¿y cuando
llegue el verano? Veremos
a dónde nos
lleva.
Busca en el
viento libre
ser el sol
surcando el cielo.
Busca ser un
imposible
que yo
buscaré la flor entre tus pelos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario