sábado, 1 de febrero de 2014

Lo siento

Con motivo de mi deseo de querer editar algunos de los poemas aquí escritos, he decidido eliminar algunas de las entradas en este blog publicadas (ya que, según he sido informado, la mayor parte de las editoriales no están dispuestas a editar algo que la gente puede leer gratis, cosa que siento mucho y frustra el objetivo de este blog, que es precisamente ese). Por tales motivos pido disculpas a quien en un momento de escasa lucidez, de sana curiosidad o respondiendo a mi petición de que lean lo que aquí se escribe, e incluso aquellos que lo leen sin dejar rastro de su visita, han leído lo que con trabajo, ilusión y sufrimiento aquí se ha escrito.

Pido, eso sí, a quienes hayan gustado de lo que aquí se ha escrito, si mi deseo de publicar se convirtiese en realidad (y digo en realidad material, no en las realidades sobre las que aquí, en este blog, se escribe, y sobre las que meramente se pueden intuir), que compren, si llegasen a publicar, lo que de mi corazón, sangre, consciencia y subconsciencia resulta cuando humildemente escribo.

Así es que sintiéndolo con todo el peso de mi ya de por sí pesado corazón, arrancaré de este blog las vísceras, tripas, entrañas o como el solidario lector (y no tan solidario) quiera llamarlo. Dejaré el blog tal y como está durante algunos días, y, cuando alguno de mis impulsos me llame a arrancar susodichas vísceras, así se llevará a cabo. Deseadme suerte en el horrib... digo... maravilloso mundo de la edición, que coarta, antes de empezar, a los ya de por sí apenados escritores.

Perdonadme por este ataque contra la libre difusión de contenidos en internet.

Esperemos que algún día...
Llaman a la puerta, 
¡tocan la campana!
Salen chorros de la tierra 
de mis esperanzas.

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