¿Habéis visto alguna vez a un padre
vender a su hija
como a una ternera, a que se mate,
y que haga lo que le diga?
Por más que te escondas
detrás de tus hijos,
y les propongas
seguir mi martirio,
a nadie confundes
y todos ven
cómo tus hijos se hunden
y haces como que no ves.
Demuestras lo que te importa
protegerles, defenderles
y que nadie les imponga
las órdenes que les degeneren.
No hablaré de tu destino,
pues solo lo supongo,
me vuelvo pájaro, y trino,
y a llegar al Sol me propongo.
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